El grupo Agaz Abogados y Consultores pone al servicio de sus clientes todo su conocimiento y experiencia en un servicio que puede ser imprescindible para cualquier empresa sea del tamaño que sea, esté en problemas o tenga una situación saneada, detecte la necesidad de adaptarse al entorno que le rodea y en el que se producen cambios de manera constante o simplemente no esté optimizando el uso de todos sus recursos. De la capacidad de adaptarnos y tomar decisiones rápidas dependerá el éxito o el fracaso en su carrera por ir creciendo y aumentando el valor.
Para ello, damos un servicio integrado de cambio en los sistemas y procesos de negocio, que ayudan a realizar de manera correcta la reestructuración de los factores de la empresa. Un proceso de reestructuración empresarial implica un cambio, y este será más o menos profundo en función de la capacidad de la empresa para poder anticipar, es decir, cuanto más rápido sea capaz de ver el futuro y adaptar la estructura al mismo, menos drásticas serán las medidas a tomar.
La consciencia de que se necesita acometer un proceso de reestructuración suele aparecer por la pérdida de posicionamiento competitivo, y por tanto, el deterioro en la estructura financiera de la empresa.
Clasificación de reestructuraciones en función de la tipología
Las reestructuraciones se pueden agrupar en:
- Reestructuraciones operativas: Se caracteriza por:
- Se hace para adaptar la estructura de costes fijos de la empresa.
- Externalización de áreas de actividad que no sean centrales para la empresa, es decir, todo aquello que no tenga que ver con el negocio, como el mantenimiento, el soporte informático o la gestión del almacén.
- Cambiar la ubicación de nuestras instalaciones.
- Adaptar el tamaño de nuestra plantilla a las necesidades de producción.
- Implementar nuevas tecnologías en los procesos de producción y venta de la empresa.
- Reestructuraciones financieras: Tienen el objetivo de:
- Buscar otras fuentes de financiación.
- Negociar de nuevo las condiciones con los bancos.
- Crear políticas de financiación distinguiendo entre el corto y el largo plazo.
- Redefinir la estructura idónea entre las fuentes de financiación propia y ajena.
Normalmente, las operativas se pueden hacer en cualquier momento y se pueden realizar sin ir acompañadas de las financieras, pero si llegamos a acometer una financiera suele ser porque en la parte operativa no hemos hecho bien las cosas.
En un entorno tan cambiante e inestable como el actual, los procesos de reestructuración deberían ser continuados a lo largo del tiempo para evitar tener que hacerlos más tarde de manera más radical.
Cuándo debemos hacer la reestructuración
Es importante estar atentos a los indicativos que nos avisan de posibles peligros y a tomar las medidas oportunas En estos indicativos podemos destacar:
- Pérdida de cuota de mercado
- Cambio en el consumo del producto.
- Aparición de nuevos competidores.
- Cambios tecnológicos que hagan que los productos o servicios hayan quedado obsoletos.
- La globalización de los mercados hace que productos alternativos y sustitutos estén más del alcance del consumidor.
- Dificultad para tener acceso a financiación.
- Pérdida continua de rentabilidad en comparación con otras empresas de similares características.
- Deterioro de los resultados de la empresa.
Al igual que pasas con los coches y los indicadores de advertencia, en la empresa debemos definir los indicadores para saber qué es lo que pasa a nuestro alrededor y si existe algún riesgo.
Causas que provocan que lleguemos a una situación de crisis
Podemos clasificar las causas en:
- Externas: Son aquellas ajenas a la compañía y que se escapan al control directo. Se pueden dividir en:
- Económicas: En épocas de bonanza es más fácil de disimular los errores de gestión y no se les da tanta importancia pero en periodos de crisis salen a relucir las carencias de gestión.
- Sociológicas: Los cambios en los hábitos de consumo y en los gustos pueden hacer perder a la empresa cuota de mercado.
- Legales: Los cambios en las leyes pueden afectar en materia fiscal, en política medioambiental, de regulación, etc.
- Tecnológicas: Los progresos tecnológicos pueden hacer obsoletos a los productos de la empresa en un periodo muy corto.
- Competitivas: Pérdida de posiciones por la aparición de nuevos competidores, por la obsolescencia en los procesos de producción frente a la competencia o por la aparición de nuevos productos.
- Internas: Son aquellas que dependen únicamente por la capacidad de gestión de la empresa. Las principales son:
- Incapacidad del equipo de gestión para anticipar los cambios del entorno.
- Estructura demasiado rígida y con mucha burocracia.
- Difícil tolerancia al cambio.
- Dificultad para asumir los cambios
- No asumir por parte del equipo gestor de sus fallos de gestión.
- Exceso de confianza en que la situación cambiará.
- Ausencia de controles contables y financieros.
Aunque pueda parecer mentira, estas situaciones son más comunes de que parece y pueden llegar a ser definitivas si no se actúa de manera correcta y rápida con un proceso de reestructuración capaz de dar continuidad a la compañía. Ante situaciones de crisis la reestructuración suele ser dura y la toma de decisiones no es nada fácil si se quiere salvar la empresa.
Cómo hacer la reestructuración
Desde el grupo Agaz Abogados y Consultores seguimos un proceso secuencial que consta de las siguientes fases:
- Hacemos un análisis previo de la situación real de la empresa para poder determinar qué cambios y mejoras son las que realmente se necesitan.
- Planificar un calendario realista con las actuaciones que vamos a llevar a cabo y realizar la implementación de todos esos cambios.
- Una vez llevadas a cabo todas las medidas, se hará un seguimiento con el fin de detectar cualquier desviación que pueda surgir respecto al plan realizado y velar por su correcta puesta en marcha.
Las mejores que se van a realizar en la empresa supondrán mejoras operacionales, económicas y en el plan financiero, y tendrán un carácter prácticamente inmediato e implicarán que se involucren y se comprometan todos los miembros de la organización para poder lograrlo en su totalidad.